Son muchas las dudas que le surgen a un propietario desde el momento en el que se diagnostican cataratas a su mascota.

Distintos tipos de cataratas según su localización y estadío.

¿Qué son las cataratas?

El globo ocular posee una lente natural llamada cristalino, esta lente tiene que permanecer transparente para permitir la correcta función visual. Nuestras mascotas, puede que desde el nacimiento, con la edad o relacionadas con otros factores comiencen a tener imperfecciones en el cristalino que generen defectos opacos en el mismo, pudiendo afectar a pequeñas zonas del cristalino o a su totalidad, estas opacidades se llaman catarata.

En función del porcentaje de cristalino afectado la catarata se clasifica como: incipiente, inmadura, madura e hipermadura de menor a mayor afección de manera que, una vez que clasifiquemos el tipo de catarata estudiaremos qué es lo mejor para cada paciente.

¿Se pueden operar?

No todos los pacientes son candidatos a la cirugía por lo que, además de la exploración oftalmológica, es habitual realizar una ecografía ocular y una electrorretinografía (prueba de flashes de luz para evaluar la funcionalidad de los fotorreceptores de la retina). Con todo ello ya sabremos si el paciente se podrá operar o no.

¿Cómo se operan?

La única forma de restaurar la visión el paciente con cataratas es la cirugía, empleando la misma técnica que se emplea en personas y que se denomina facoemulsificación. Consiste en fragmentar y aspirar el cristalino y sustituirlo por una lente intraocular artificial que permita enfocar y ver de manera óptima. Es una intervención ambulatoria, es decir, el paciente se va a casa tras la cirugía y en caso de tener cataratas bilaterales,  la recomendación general es operar ambos ojos en la misma intervención.

Una duda común es si la catarata reaparecerá en el futuro. Las cataratas como tal no vuelven a aparecer y el paciente sólo se opera una única vez.

¿Hay complicaciones?

La cirugía tiene un porcentaje elevado de éxito pero como cualquier intervención hay una serie de posibles complicaciones a corto, medio o largo plazo, que suceden en un grupo reducido de pacientes y son: inflamación intraocular (uveítis), dehiscencia de la sutura, desplazamiento de la lente intraocular, aumento de la presión intraocular (glaucoma) y desprendimiento de retina. Para intentar evitar o controlar las mismas es imprescindible que veamos al paciente en las revisiones postoperatorias que se irán pautando por lo que la implicación del propietario en todo el proceso es importante.

¿Como será el postoperatorio?

Veremos al paciente a las 24h, 7 días y 3 semanas de la cirugía a no ser que se indique otra frecuencia de revisiones y periódicamente en plazos cada vez más distanciados. El paciente tiene que llevar una campana o cono puesto durante 10 días para evitar rascado.

Como generalidad la pauta inicial de gotas son 4 veces al día (cada 6h) y se irá reduciendo a 3 veces al día y luego a dos veces al día en las sucesivas revisiones.

Pueden descarga AQUÍ el documento PDF para los propietarios interesados